Las 4 palabras más importantes en Finanzas personales: "Págate a ti primero"
+ una anécdota de mi infancia...
No recuerdo con exactitud cómo fue que mis papás me comenzaron a enseñar sobre el dinero. Lo que sí recuerdo es que cada semana recibía mi “domingo”. En México, el domingo es un monto fijo que te dan para que te compres lo que quieras.
A mí me daban nada más y nada menos que $10 pesos mexicanos (¡jaja!). Hoy eso equivale a unos 50 centavos de dólar americano, pero en aquel entonces quizá era más cercano a un dólar entero.
Los domingos mis papás, mi hermano y yo teníamos una rutina muy espacial la cual incluía ir a desayunar al tianguis—una especie de mercado ambulante—y luego dar una vuelta por los puestos. Y era justo ahí donde me daban mis $10 pesitos de "domingo".
Yo amaba ir al tianguis. Había tantas cosas para ver y comprar: maquillaje, ropa, zapatos, juguetes, comida, plumas de gel, estampas... Para mí, el tianguis era un mundo lleno de posibilidades.
Para que tengan un mayor contexto de mi niñez, les cuento que en mi casa convivían (y ellos dos siguen conviviendo 🤣) dos mentalidades financieras completamente opuestas.
📌 Mi papá es del estilo YOLO: "Para eso trabajo", "Dios proveerá", "Solo se vive una vez". Él cree en disfrutar el dinero al máximo, sin preocuparse demasiado por el futuro.
📌 Mi mamá, en cambio, es lo contrario: Más ahorradora, más cautelosa. Para ella, el dinero se administraba con estrategia, pensando en el mañana.
Y yo… bueno, ahí estaba en medio, con $10 pesos en la mano y una decisión que tomar cada domingo: ¿me lo gastaba todo en el primer puesto que se me cruzara o los guardaba para algo mejor?
Al principio, la respuesta era fácil: gastarlo TODO. Pero con el tiempo, mis gustos fueron cambiando… pero mi domingo, no.🤣
Llegó un momento en el que los $10 pesos ya no eran suficientes para comprar lo que realmente quería. Fue entonces cuando mi mamá, con su mentalidad previsora, me dio un consejo que, sin darme cuenta, se convirtió en la base de mis decisiones financieras hasta el día de hoy:
"¿Por qué no guardas un poco de tu dinero para ir ahorrando para esa compra grande que quieres y con el restante de tu domingo, compras algo sencillo hoy?"
Ese fue mi primer encuentro con el concepto de págate a ti primero.
Sin llamarlo así, mi mamá me estaba enseñando un principio importantísimo: antes de gastar, asegúrate de guardar algo para tu “yo” del futuro.
Pagarte a ti primero, significa darle prioridad a tus ahorros o inversiones antes de que cualquier gasto se lo lleve. Es una forma de asegurarte de que siempre estás avanzando hacia tus metas financieras, en lugar de quedarte atrapado en el ciclo sin fin de consumir y esperar que sobre algo al final del mes.
Es cambiar la mentalidad de: “Ahorro lo que me quede después de gastar” a “Gasto lo que me quede después de ahorrar”
Y aunque en ese momento era solo una niña con $10 pesos en la mano, esa pequeña lección me ha acompañado por siempre. Porque al final, sin importar cuánto ganas, si no aprendes a pagarte a ti primero, siempre estarás en el mismo ciclo: ganar, gastar, y volver a empezar. (la famosa y odiada carrera de la rata 😕)
Hoy quiero dejarte con esta reflexión: ¿Cómo serían tus finanzas si cada vez que recibes dinero, apartaras algo para tu futuro antes de pagar cualquier otra cosa?
Y antes de despedirme quiero preguntarte, ¿qué estilo financiero crees que te representa más? El de mi papá, Dios proveerá 🤣 o el de mi mamá ahorradora y precavida?
¡Cuéntamelo en los comentarios!👇 hasta la próxima! 🎉
Anel,